Memoria
Se propone un edificio transformable en el tiempo, que inicia su andadura con la solución más sencilla. Un vestíbulo a nivel de la estación actual que sirve de paso a la nueva estación que se sitúa sobre vías. Un paso cubierto que forma parte de la estación relaciona zonas de ciudad mediante escaleras mecánicas, escalinatas urbanas y ascensores que garantizan la accesibilidad y hacen el paso mas amable y fluido.
En el nivel inferior los accesos rodados y peatonales, los kiss & ride, las bolsas de taxis, la entrada independiente a los autobuses, los accesos a los aparcamientos; el contacto con la ciudad.
La unión entre barrios se resuelve mediante el puente que supone la estación, pero también, en una fase independiente, mediante un parque sobre las vías que será un espacio abierto de relación. Suaves colinas como una topografía artificial crean un jardín orgánico que incorpora grandes vacios elípticos que eliminan el efecto túnel.
Todo el edificio se envuelve en una piel de aluminio blanco, con grandes perforaciones, que dará sombras, transparencias y reflejos al volumen. La nueva estación intermodal de Orense será un volumen de escala fragmentada, fácil de asimilar por la ciudad y sus habitantes, con múltiples matices de color y reflejos que varían con los días y las estaciones, que responden al cielo y a los verdes que incorpora el proyecto.