Memoria
La propuesta se inspira en las formas orgánicas del borde del agua de la bahía.
El edificio quiere evocar el mundo de las geometrías ondulantes del agua. Enormes gotas que al hacerse sólidas se posan en el parque, como piezas de hielo luminoso que conforman la biblioteca.
El proyecto se concibe a partir de un sistema, o patrón geométrico de círculos idénticos cuyos centros definen una malla de triángulos equiláteros de 6,90 metros de lado. Tres de estos círculos y sus tangentes conforman las grandes piezas triangulares que, de diferentes tamaños y en distintas posiciones, configuran el edificio.
La definición geométrica y la expresión material de sus cerramientos anuncian que, pese a albergar usos muy diferentes, se trata de un edificio único que pertenece a un mismo tiempo y a un mismo lugar.
Una doble piel, gruesa y cristalina, oculta la estructura constituyéndose en un muro ondulante formado por piezas, estrechas y altas, de vidrio moldeado – blanco y opalino que marca un ritmo vertical y unifica su apariencia exterior, transmitiendo ligereza, luminosidad y unidad al conjunto.
Este cerramiento, tenso, brillante, ligero y traslúcido, permite el paso de la luz natural por el día mientras que por la noche la luz artificial ilumina el interior y convierte al edificio en una linterna que ilumina el parque.
