Memoria
Las características de la parcela, su emplazamiento y forma han aconsejado buscar una edificación compacta con una imagen clara que saque partido al carácter objetual que se puede conseguir al ser la edificación aislada y de tamaño reducido.
Para expresar, de la forma más clara posible, este carácter de pieza aislada se ha buscado una composición de dos cuerpos, uno superior de forma cúbica de tres lados iguales y uno inferior que aparenta ser una plataforma sobre la que el cubo superior parece flotar. Para acentuar el carácter de piezas independientes se ha dejado una distancia de separación entre ambas por donde se pueden resolver ventilaciones del cuerpo bajo.
La pieza inferior ocupa la totalidad de la superficie del solar.
La fachada de las cuatro caras del cubo se resuelven con el mismo mecanismo compositivo, pero se va produciendo un desplazamiento de los huecos de cada cara con respecto a la contigua para dar mayor expresividad al edificio.
Tres grandes huecos en cada fachada resuelven la totalidad de la iluminación y ventilación de las plantas. Cada uno de estos huecos, de dos plantas de altura, se fragmenta mediante una marquesina ligera a la altura del forjado intermedio.
Estos huecos se deslizan, unos respecto a otros, desplazándose el más bajo y el más alto en uno de las aristas del cubo en tanto que el intermedio se desplaza a la arista contraria.
Este mecanismo se repite en cada cara, de manera que en las esquinas el macizo de un lado siempre coincide con un vano en el contiguo, generando así una tensión en el volumen abstracto.
El sencillo juego de vacíos y llenos, y el zócalo que forma la planta baja serán suficiente expresión formal y permitirán una organización racional y eficaz de la planta.